Cómo encontrar un modelo de amenaza que te convenga
Crear un modelo de amenazas es un paso importante en tu camino hacia una mejor privacidad y seguridad. Se trata de averiguar de quién o de qué necesitas protegerte y qué estás dispuesto a hacer para mantener tu información segura. Pero aquí está el truco: cuanto más privacidad y seguridad quieras, más inconvenientes pueden surgir. Podrías encontrarte manejando pasos adicionales, usando herramientas complejas o cambiando tus hábitos. Es un acto de equilibrio: encontrar la mezcla adecuada de seguridad que te mantenga a salvo sin complicar demasiado tu vida.
Desarrollando tu Modelo de Amenazas
Para crear un modelo de amenazas efectivo, comienza haciéndote las siguientes preguntas:
1. ¿Qué quiero proteger?
Identifica los activos que son más importantes para ti. Esto podría incluir datos personales, información financiera, propiedad intelectual o incluso tu reputación en línea.
2. ¿De quién quiero protegerlo?
Considera los posibles adversarios. ¿Te preocupan los ciberdelincuentes, la vigilancia gubernamental, las amenazas internas o incluso las brechas involuntarias por parte de amigos o familiares?
3. ¿Qué tan probable es que necesite protegerlo?
Evalúa la probabilidad de encontrarte con estas amenazas. ¿Eres una persona de alto perfil, o participas en actividades que podrían atraer atención no deseada?
4. ¿Cuán graves son las consecuencias si fracaso?
Evalúa el impacto potencial de una violación de seguridad. ¿Resultaría en una pérdida financiera, daño reputacional o repercusiones legales? Entender los riesgos puede ayudar a priorizar tus esfuerzos.
5. ¿Hasta dónde estoy dispuesto a llegar para prevenir posibles consecuencias?
Determina tu nivel de comodidad con varias medidas de seguridad. ¿Estás dispuesto a invertir en herramientas de seguridad avanzadas, adoptar prácticas estrictas de privacidad o cambiar tu comportamiento en línea?
Tengo un modelo de amenazas. ¿Y ahora qué?
Ahora que tienes tu modelo de amenazas, es hora de decidir hasta dónde quieres llegar en la hoja de ruta de Privacidad para Principiantes. Aquí hay algunos perfiles para ayudarte a guiar tu elección:
El Usuario Casual: Si tu principal preocupación es simplemente ocultar tu información personal de las grandes corporaciones y la vigilancia masiva, la hoja de ruta Básica es todo lo que necesitas.
La Persona Consciente de la Privacidad: Si quieres tomarte más en serio tu privacidad y ir más allá de lo básico para protegerte de posibles amenazas, deberías continuar con la hoja de ruta Media después de completar la hoja de ruta Básica.
El Activista o Individuo de Alto Riesgo: Si eres un activista, un periodista, o alguien buscado por el gobierno, o si simplemente quieres asegurar el más alto nivel de privacidad, deberías seguir la hoja de ruta Avanzada después de completar las hojas de ruta Básica y Media.
Actualizando Regularmente Su Modelo de Amenazas
Tu modelo de amenazas no es una tarea de una sola vez; es algo que debe evolucionar a medida que tu vida y circunstancias cambian. Para mantenerlo relevante, considera establecer un horario para revisar tu modelo de amenazas regularmente. Esto es especialmente importante después de eventos significativos en la vida, como comenzar un nuevo trabajo, mudarse a una ubicación diferente o hacer cambios en su presencia en línea.